La muerte de Alejandro Echevarría Busquet, presidente de honor de Mediaset España a los 81 años, marca el fin de una era en el mundo empresarial español. Con una trayectoria que abarcó desde su liderazgo en el Grupo Correo hasta su destacado papel en la consolidación de Telecinco y Cuatro, Echevarría deja un legado imborrable en la industria de los medios de comunicación y la televisión en España.
Su carrera comenzó en el Grupo Correo, donde ocupó diversos cargos directivos antes de unirse al Grupo Telecinco, propiedad de Silvio Berlusconi en ese entonces, como presidente ejecutivo.
En 1996, Echevarría asumió el cargo de presidente de Mediaset España, la empresa matriz de Telecinco y Cuatro. Durante sus 26 años al frente de la compañía, supervisó su crecimiento y expansión, consolidándola como una de las principales cadenas de televisión en España. Además, fue un defensor activo de los intereses del sector televisivo, fomentando la creación de la Unión de Televisiones Comerciales (UTECA), de la cual fue presidente en diversas ocasiones.
Más allá de su éxito en el mundo empresarial, Echevarría fue conocido por su participación en iniciativas filantrópicas y culturales, dejando un impacto perdurable en la sociedad española. Su reciente fallecimiento ha sido lamentado por colegas, amigos y la industria de los medios de comunicación en general.
La semana anterior a su fallecimiento, Echevarría fue visto en público entregando un premio a Pedro Piqueras por su trayectoria en los Informativos Telecinco. Esta imagen final es un testimonio de su dedicación y compromiso hasta el último momento.